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El terror de parir un niño muerto, de la dramaturga chilena Carla Zúñiga, es una obra profundamente provocadora que se apoya en el humor negro y el absurdo para abordar temáticas urgentes y profundamente humanas.
El texto, tan desbordante como preciso, se sumerge en territorios poco explorados por la escena tradicional: la maternidad impuesta, la violencia obstétrica, la soledad estructural de las mujeres y el miedo como experiencia vital, especialmente en torno a la gestación y el parto.
La pieza –que combina una comicidad feroz con una potencia dramática honda– propone una reflexión aguda y poética sobre la maternidad como mandato social, el cuerpo femenino como campo de batalla, y la angustia existencial de una mujer que no puede, no quiere o no sabe cómo ser madre.
La propuesta dialoga con las temáticas habituales en la obra de Carla Zúñiga, una de las voces más singulares de la dramaturgia latinoamericana contemporánea. Zúñiga ha construido una poética propia que fusiona crítica social, teatralidad exuberante y una sensibilidad muy particular para retratar los márgenes: mujeres quebradas, cuerpos desplazados, identidades en crisis, y estructuras familiares disfuncionales. Su obra es incómoda, hilarante y profundamente conmovedora.
“El terror de parir un niño” no solo interpela al público desde el contenido, sino también desde su forma: es una experiencia teatral potente, incómoda y divertida, que ofrece tanto risa como reflexión. Una obra que desmonta los lugares comunes sobre el amor maternal, desbordando los límites del género dramático para ofrecer un espectáculo desafiante, actual y absolutamente necesario.
Escenografía: Dante Alfonzo
Iluminación: Nicolás Amorín.
Vestuario: Isabel Cleffi
Visuales: Maite Apesetche
Ambientación sonora: César “Piti” Fernández.
Asistente de dirección y traspunte: Constanza Ripoll.
Producción Ejecutiva: Daniel Cardozo.